Desde hace un par de semanas las miradas de medio mundo están puestas en el continente africano, algo que sólo el deporte podía lograr. La celebración de la Copa del Mundo de fútbol 2010 ha llevado a Sudáfrica a decenas de miles de aficionados así como a multinacionales, empresas que, en condición de patrocinadores o colaboradores, tratan de sacar rendimiento al gran negocio que envuelve el caramelo en que se ha convertido el fútbol.
Al tratarse del primer gran evento deportivo celebrado en África (entiéndase, el primero de ámbito e interés global), cuenta con una peculiaridad, y es el aire de acción solidaria que muchas de las empresas pretender otorgar a su presencia en la cita mundialista. En ocasiones llega a parecer que se quieran justificar, posiblemente porque es difícil, incluso a estas alturas, borrar los rastros de culpa que las grandes potencias occidentales acumularon durante la era colonial y las terribles consecuencias que aquella presencia sigue causando.En lugar de disfrazar sus atractivas campañas de marketing con conceptos cercanos a los de una ONG, más valdría una apuesta decidida, la concreción de acciones sobre el terreno, pequeñas o grandes pero que supongan un valor real. De eso trata la RSC, tres siglas de las cuales, sin duda, la más importante es la primera, la "R" de Responsabilidad.
RM ha apostado siempre por la Responsabilidad Social Corporativa, y prueba de ello son las iniciativas propias que llevamos a cabo y la incorporación de acciones en los proyectos que diseñamos para nuestros clientes. La sociedad ha evolucionado en esta línea, ha desarrollado una cierta sensibilidad con respecto a la solidaridad y el respeto por el medio ambiente, y afortunadamente el mundo empresarial ha ido asumiendo estos valores.
Algún día un país africano acogerá unos Juegos Olímpicos, en lo que será un gran hito en un camino del que queda mucho por andar. Intentemos que esta Copa del Mundo 2010 sea algo más que una oportunidad perdida.
